lunes, 18 de abril de 2011

¿Utopía?

El concepto utopía designa la proyección humana de un mundo idealizado que se presenta como alternativo al mundo realmente existente, ejerciendo así una crítica sobre éste. (Fuente: Wikipedia)
Pretender que el mundo no está en constante cambio es negar la luz del sol en un día sin nubes. Pretender que los cambios no pueden ser para mejor es tan poco realista como pretender que no pueden ser para peor. El futuro es incierto, pero tenemos la capacidad de moldearlo. Un futuro mejor no es una utopía, sino un hecho posible que depende de nosotros.

El presente de hoy es siempre la utopía de ayer. Cada vez disponemos de mas medios, de mejores herramientas y de mayor acceso a la información, no ya respecto a la infancia de nuestros abuelos, sino respecto a una sola década atrás. En la época de nuestros abuelos, las utopías eran cosas que ahora damos por hechas y nos parecen incluso obvias: lavadoras eléctricas, aire acondicionado, una vacuna contra la hidrofobia, agua oxigenada, un grifo con agua caliente y otro con agua fría para que las puedas mezclar a tu gusto y ducharte a una temperatura adecuada... Casi todo lo que damos por sentado en nuestro cómodo presente fue una utopía en el pasado y para que se convirtiese en realidad hubo en algún momento personas audaces que buscaron la forma de llevar esas ideas a la práctica. Pero el primer paso para llevar hacia la realidad a esas ideas utópicas no consistió en negarlas de entrada, ni tampoco en afirmar que eran posibles. Para convertirlas en realidad hubo que preguntarse una y otra vez como serían posibles hasta dar con una forma de realizarlas.

Cualquier área del conocimiento humano está en continuo avance; desde la medicina al transporte pasando por la esperanza de vida, los avances sociales o incluso algo tan básico como la producción de alimentos de la que depende nuestra supervivencia. Uno de los ejemplos mas claros sería la Teoría de Malthus, según la cual el aumento de la población había sido siempre exponencial y, por lo tanto, su crecimiento será siempre muy superior al crecimiento lineal de los recursos disponibles -como cultivos o ganados- para alimentarla. El economista británico Thomas Malthus publicó este pesimista ensayo allá por 1798 y enseguida se asumió que nos dirigiríamos irremediablemente hacia la propia autodestrucción como especie en cuanto cruzásemos un umbral crítico de población. A esta situación se le llamó Catástrofe Malthusiana y, según los cálculos del propio Malthus, estaba previsto que ocurriese durante la década de 1880.

Entonces ¿se equivocó Malthus al hacer estas predicciones? En absoluto, lo único que se ha conseguido -no una, sino varias veces- ha sido aplazar unas cuantas décadas esta catástrofe que parecía inevitable; primero al aplicar los medios de producción masiva de la revolución industrial y, a medida que avanzaba el siglo XX, al aprender a controlar como nos reproducimos y al multiplicar la producción de alimentos generados por la agricultura entre dos y cinco veces aplicando las técnicas de la polémica revolución verde. No se puede decir que hayamos superado el Malthusianismo, ya que seguimos corriendo el peligro de crecer mas en población que en recursos (de hecho, estamos de nuevo acercándonos a ese umbral peligroso) pero hasta ahora el ingenio humano ha jugado a nuestro favor y nos ha proporcionado soluciones a nuestros problemas de supervivencia. Soluciones que pueden ser mas o menos temporales y que pueden traer consigo otros problemas colaterales, pero soluciones al fin y al cabo.

Es decir, que a pesar de todas las calamidades que nuestra especie ha provocado -que son muchas- si hacemos un balance de como vivimos en la actualidad respecto a como vivieron las generaciones anteriores, vivimos en una utopía. Somos gigantes de mas de metro y medio que se duchan con agua caliente y pueden vivir una media de 80 años conservando casi todos los dientes. Y si nos cortamos con un hierro oxidado no nos tienen que amputar nada. La utopía de la Edad Media.

Es obvio que nos movemos hacia adelante. No en todas las sociedades a la vez ni todos al mismo ritmo, pero la dirección es hacia adelante. Y sin embargo, a pesar de toda esta evidencia aplastante, cada vez que alguien propone un cambio, piensa en una mejora o quiere debatir un avance, aparecen los agoreros de siempre a calificar sus ideas de poco realistas y a tachar su propuesta de utopía, dando a entender con su lógica tarada que, como le parece utópica, tiene que ser inviable.
  • ¿Sanidad Pública? es una utopía chachiprogre (si, utilizan este tipo de expresiones, así como para dar rabia), en el mundo real no funciona porque nadie quiere pagar lo de los demás 
Ya, claro. Además de no ser capaz de comprender la diferencia entre "pagar lo de los demás" y "hacer fondo común para que lo tuyo te salga mas barato", lo que en realidad no ha funcionado nunca en ningún país que lo haya puesto en práctica es depender exclusivamente de corporaciones que querrán hacer negocio con tu salud. A lo mejor es que llamas "utopía" a aquello que no comprendes.
  • ¿Dejar de votar a los políticos corruptos? eso es una utopía y no lo hará nadie, por eso voto a los míos. Para que no vengan los otros y roben todavía mas.
Malas noticias, my dear retarded, "los tuyos" no existen. A no ser que te refieras a los políticos corruptos que utilizan intencionadamente un discurso afín a tus ideas mas rastreras para robarte en tu propia cara mientras les haces el trabajo sucio. La utopía es pensar que si sigues votándoles van a dejar de robar, van a robar menos o que van a dejar de apuntarse ladrones a ese partido de "los tuyos".
  • ¿Energías renovables? son una utopía, hay que comerse las nucleares. 
Se cansa uno de tener que desmontar tanta tontuna como hay esparcida por el mundo... Y así, un muy largo etcétera que se aplica a cualquier propuesta de cambio o intento de mejora sobre el sistema actual. Es como un resorte que salta solo al detectar la proximidad de una idea. Para arreglar X se podría intentar Y. Al oir eso, salta el muelle del tonto: ¡¡utopía!! ¡¡utopía!!  

Cuando digo que utilizan una lógica tarada, no lo hago tanto para caer en el insulto gratuito -que también- sino porque creo sinceramente que a su razonamiento le faltan piezas. Y es que una cosa es ser realista, pero otra muy diferente es ser gilipollas y pretender ir por la vida dando lecciones de lo que no se sabe ni se intenta comprender. La peregrina asociación de ideas según la cual el mal existente es lo único posible -porque cualquier cambio a mejor sería utópico e inviable- es mucho menos realista que el cambio en si. El fallo en la secuencia de pensamiento del tonto consiste en creer que si cualquier cambio a mejor es utópico -y por utópico sería inviable- entonces los cambios a peor son la única posibilidad. Nos encontramos, una vez mas, con un mal uso del lenguaje que nos lleva a conclusiones erróneas, ya que -del mismo modo que lo contrario de progresista no es conservador, sino retrógrado- lo contrario de una utopía no sería la realidad, sino una distopía. Y las distopías también son parte de la ficción. La realidad en si misma no es utópica ni distópica y, dado que tenemos la capacidad de alterarla, es en gran medida lo que nosotros -como especie, o como sociedad- hagamos que sea.

El tonto se suele perder cuando llegas a este punto, de modo que es mejor intentar explicarle otra vez lo del grifo: Utopía hace algunos años era tener un grifo de agua caliente y ya ves como ha cambiado el cuento.
No podemos predecir la historia humana. Pero si miras hacía atrás puedes encontrar un momento en el que parecía imposible que se abandonase la esclavitud o que se permitiera tener derechos a las mujeres. Las cosas cambian, pero solo si la gente las fuerza a cambiar. No cambian solas y desde luego no cambian gracias a los líderes políticos.

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